Alain Touraine: "Los franceses no vieron venir nada"
El filósofo dice que a los franceses no les interesan los conflictos sociales y que el 68 implicó la invasión de la cultura en la política. Se perdió el optimismo de entonces, se lamenta.
Por: Mathilde Gerard
Tenía 43 años y llevaba unos meses dirigiendo el departamento de sociología de la Universidad de Nanterre cuando estalló, en ese mismo campus, una revuelta que condujo al país a la huelga más importante de su historia y a cambios sociales fundamentales.
Alain Touraine no fue sorprendido por los hechos. "En el otoño de 1967, ya habíamos tenido una huelga en el departamento de sociología. Era una historia poco interesante de contabilidad de las materias, pero prefiguraba el deseo de cambios. " En febrero de 1968, Touraine escribió dos artículos en el diario Le Monde, explicando por qué pensaba que las universidades iban a estallar. "Mucha gente me acusó de ser lunático, idiota", explica Touraine. La idea dominante entonces era que "Francia se aburría", según otro artículo famoso publicado en Le Monde en marzo.
"El país no vio venir nada, porque los franceses no suelen interesarse por los conflictos sociales", dice el sociólogo. "A principios de 1968, la gente prefería leer sobre los casamientos reales que sobre los trastornos de la sociedad". Como profesor en Nanterre, Touraine estaba en el puesto ideal para entender la ira de los estudiantes. "La universidad estaba mal comunicada, entonces la gente se quedaba todo el día en el campus y al mediodía, los profesores almorzaban con los estudiantes. Me encontraba a menudo con Daniel Cohn-Bendit, que también venía a mi seminario. Había una proximidad que no ha existido en otras universidades. "
Cuarenta años después, los hechos de Mayo del 68 siguen provocando reacciones extremas, de rechazo o fascinación. ¿Cómo lo explica?
A mí no me interesa que la gente esté a favor o en contra de Mayo de 1968. Es un hecho complejo, que no se puede reducir a un debate de pros y contras. Cuando el presidente Nicolas Sarkozy dijo, durante la campaña electoral, que quería "liquidar" el espíritu del 68, no entendí su juicio. Según su lógica, es culpa del 68 si los franceses son perezosos y no quieren trabajar... No tiene sentido. Que no perdamos nuestro tiempo con esto y que estudiemos estos fenómenos conectados con el tiempo presente. Para entender 1968, hay que empezar por el final, o sea, hoy. La dificultad es enorme. Como suele suceder en la historia, los ciudadanos –en este caso, los estudiantes– dieron pasos gigantescos para la sociedad, pero con un lenguaje y una ideología de otro tiempo. Los estudiantes de 1968 hacían el mundo de 2000, con el vocabulario marxista y obrerista de 1900. Todo el mundo pensaba que la huelga estudiantil era solamente un modo de desencadenar una gran huelga obrera, la cual iniciaría a su vez un movimiento revolucionario. Al final, casi todo el mundo olvidó la huelga obrera, que no consiguió muchos resultados, mientras la acción de los estudiantes desquició la sociedad francesa.
En 1968 se manifestó la voluntad de superar las fronteras sociales, enviando a los estudiantes a las fábricas, haciendo que la gente que normalmente no se comunicaba pudiera hacerlo. Hoy, no solamente no han caído las barreras sociales sino que se han erigido nuevas, urbanísticas, entre otras. ¿Qué falló?
Esto era la vieja ideología, que consistía en decir que la clase obrera estaba en el centro de todo. Es cierto que algunos estudiantes fueron a establecerse en las fábricas. El caso más famoso es el de Robert Linhart, el líder maoísta. Esta experiencia en las fábricas resultó ser un fracaso total, porque se basaba en una imagen falsa de la vida obrera. 1968 es un choque entre dos conceptos de la izquierda, que siguen polemizando hoy, sin haber encontrado una respuesta. El primer concepto corresponde a la juventud, a las minorías, a las cuestiones culturales y sexuales. Son ideas nuevas, tan nuevas que no tienen apoyo político, lingüístico o ideológico. Entonces se recurre al viejo concepto de la izquierda, el de la clase obrera. En 1968, hicieron como si estuvieran juntos pero entre los círculos obreros y los círculos estudiantiles, las relaciones siempre fueron difíciles. Es más, el Partido Comunista se opuso de manera violenta al movimiento de 1968. Lo que pasó en Nanterre no era un socialismo revolucionario, era un anarquismo. El problema de nuestra sociedad, y en particular, el de la izquierda francesa de los últimos cincuenta años, es que tiene que elegir entre un vocabulario que ya no corresponde con la realidad y una realidad que todavía no tiene vocabulario. Esto es el sentido profundo de Mayo del 68.
¿1968 cambió la manera de manifestar las reivindicaciones políticas y sociales?
Sí, diría sobre todo que 1968 cambió nuestra relación con nosotros mismos, nuestra construcción de la vida cultural, y en particular, nuestra relación con la sexualidad. La sexualidad se convirtió en una categoría sumamente estructurante de nuestras conductas, mucho más que las relaciones de trabajo por ejemplo. En Estados Unidos, en Francia y en muchos otros países, 1968 puso al orden del día los temas de las minorías sexuales, religiosas o étnicas, que hoy son temas fundamentales de la vida pública.
Si hay una herencia innegable de Mayo del 68, es la capacidad de crear un hecho mediático. La ocupación de la Sorbona y los eslóganes provocadores siguen siendo una referencia de la protesta.
Sí, seguramente. 1968 no se podía concebir sin los medios de comunicación modernos. El medio principal de entonces era la radio. El punto de encuentro de los estudiantes del barrio latino era el móvil de la Radio Luxembourg (hoy, RTL), que se encontraba a la entrada de la calle Gay-Lussac. Con la radio Europe 1, eran los dos principales medios que indicaban en tiempo real dónde estaba la acción. Pero estábamos todavía en la juventud del mundo mediático. La tv aún no había alcanzado el papel de protagonista que obtendría más tarde, sin hablar hoy del papel de los celulares y de Internet.
¿Qué piensa de la juventud de hoy?
Los jóvenes de hoy viven en un contexto totalmente distinto. En 1968, debían ser unos 700 mil estudiantes y hoy, son dos millones y medio. La diferencia es enorme. La juventud hoy está convencida, y por desgracia, con razón, que tendrá un nivel de vida inferior al nivel de sus padres. En Francia por lo menos, esta sensación de caída es evidente. En 1968, la sociedad vivía un periodo de auge económico, pero a nivel de los hábitos y de las relaciones a la autoridad, estaba retrasada. Había que abrir las puertas, romperlas. Hoy, el optimismo del 68, o sea la voluntad de poner lo cultural al mismo nivel de progreso social que los problemas de trabajo, se desvaneció.
1968, ¿es un principio o un final?
Es un principio. Es la invasión de la esfera política por los problemas culturales, del mismo modo que la revolución industrial correspondió, en 1848, a la invasión de la política por los problemas de trabajo. En 1968, entraron problemáticas completamente nuevas en el debate público, relacionadas a las minorías, a la inmigración, a las reivindicaciones regionales, etcétera. El vocabulario, la representación de los hechos y sus medios de existencia. Todo eso era nuevo. Recuerden las serigrafías, lo que se escribía en las paredes, lo que se cantaba. Había una gran creatividad, característica de un movimiento naciente.
Alain Touraine no fue sorprendido por los hechos. "En el otoño de 1967, ya habíamos tenido una huelga en el departamento de sociología. Era una historia poco interesante de contabilidad de las materias, pero prefiguraba el deseo de cambios. " En febrero de 1968, Touraine escribió dos artículos en el diario Le Monde, explicando por qué pensaba que las universidades iban a estallar. "Mucha gente me acusó de ser lunático, idiota", explica Touraine. La idea dominante entonces era que "Francia se aburría", según otro artículo famoso publicado en Le Monde en marzo.
"El país no vio venir nada, porque los franceses no suelen interesarse por los conflictos sociales", dice el sociólogo. "A principios de 1968, la gente prefería leer sobre los casamientos reales que sobre los trastornos de la sociedad". Como profesor en Nanterre, Touraine estaba en el puesto ideal para entender la ira de los estudiantes. "La universidad estaba mal comunicada, entonces la gente se quedaba todo el día en el campus y al mediodía, los profesores almorzaban con los estudiantes. Me encontraba a menudo con Daniel Cohn-Bendit, que también venía a mi seminario. Había una proximidad que no ha existido en otras universidades. "
Cuarenta años después, los hechos de Mayo del 68 siguen provocando reacciones extremas, de rechazo o fascinación. ¿Cómo lo explica?
A mí no me interesa que la gente esté a favor o en contra de Mayo de 1968. Es un hecho complejo, que no se puede reducir a un debate de pros y contras. Cuando el presidente Nicolas Sarkozy dijo, durante la campaña electoral, que quería "liquidar" el espíritu del 68, no entendí su juicio. Según su lógica, es culpa del 68 si los franceses son perezosos y no quieren trabajar... No tiene sentido. Que no perdamos nuestro tiempo con esto y que estudiemos estos fenómenos conectados con el tiempo presente. Para entender 1968, hay que empezar por el final, o sea, hoy. La dificultad es enorme. Como suele suceder en la historia, los ciudadanos –en este caso, los estudiantes– dieron pasos gigantescos para la sociedad, pero con un lenguaje y una ideología de otro tiempo. Los estudiantes de 1968 hacían el mundo de 2000, con el vocabulario marxista y obrerista de 1900. Todo el mundo pensaba que la huelga estudiantil era solamente un modo de desencadenar una gran huelga obrera, la cual iniciaría a su vez un movimiento revolucionario. Al final, casi todo el mundo olvidó la huelga obrera, que no consiguió muchos resultados, mientras la acción de los estudiantes desquició la sociedad francesa.
En 1968 se manifestó la voluntad de superar las fronteras sociales, enviando a los estudiantes a las fábricas, haciendo que la gente que normalmente no se comunicaba pudiera hacerlo. Hoy, no solamente no han caído las barreras sociales sino que se han erigido nuevas, urbanísticas, entre otras. ¿Qué falló?
Esto era la vieja ideología, que consistía en decir que la clase obrera estaba en el centro de todo. Es cierto que algunos estudiantes fueron a establecerse en las fábricas. El caso más famoso es el de Robert Linhart, el líder maoísta. Esta experiencia en las fábricas resultó ser un fracaso total, porque se basaba en una imagen falsa de la vida obrera. 1968 es un choque entre dos conceptos de la izquierda, que siguen polemizando hoy, sin haber encontrado una respuesta. El primer concepto corresponde a la juventud, a las minorías, a las cuestiones culturales y sexuales. Son ideas nuevas, tan nuevas que no tienen apoyo político, lingüístico o ideológico. Entonces se recurre al viejo concepto de la izquierda, el de la clase obrera. En 1968, hicieron como si estuvieran juntos pero entre los círculos obreros y los círculos estudiantiles, las relaciones siempre fueron difíciles. Es más, el Partido Comunista se opuso de manera violenta al movimiento de 1968. Lo que pasó en Nanterre no era un socialismo revolucionario, era un anarquismo. El problema de nuestra sociedad, y en particular, el de la izquierda francesa de los últimos cincuenta años, es que tiene que elegir entre un vocabulario que ya no corresponde con la realidad y una realidad que todavía no tiene vocabulario. Esto es el sentido profundo de Mayo del 68.
¿1968 cambió la manera de manifestar las reivindicaciones políticas y sociales?
Sí, diría sobre todo que 1968 cambió nuestra relación con nosotros mismos, nuestra construcción de la vida cultural, y en particular, nuestra relación con la sexualidad. La sexualidad se convirtió en una categoría sumamente estructurante de nuestras conductas, mucho más que las relaciones de trabajo por ejemplo. En Estados Unidos, en Francia y en muchos otros países, 1968 puso al orden del día los temas de las minorías sexuales, religiosas o étnicas, que hoy son temas fundamentales de la vida pública.
Si hay una herencia innegable de Mayo del 68, es la capacidad de crear un hecho mediático. La ocupación de la Sorbona y los eslóganes provocadores siguen siendo una referencia de la protesta.
Sí, seguramente. 1968 no se podía concebir sin los medios de comunicación modernos. El medio principal de entonces era la radio. El punto de encuentro de los estudiantes del barrio latino era el móvil de la Radio Luxembourg (hoy, RTL), que se encontraba a la entrada de la calle Gay-Lussac. Con la radio Europe 1, eran los dos principales medios que indicaban en tiempo real dónde estaba la acción. Pero estábamos todavía en la juventud del mundo mediático. La tv aún no había alcanzado el papel de protagonista que obtendría más tarde, sin hablar hoy del papel de los celulares y de Internet.
¿Qué piensa de la juventud de hoy?
Los jóvenes de hoy viven en un contexto totalmente distinto. En 1968, debían ser unos 700 mil estudiantes y hoy, son dos millones y medio. La diferencia es enorme. La juventud hoy está convencida, y por desgracia, con razón, que tendrá un nivel de vida inferior al nivel de sus padres. En Francia por lo menos, esta sensación de caída es evidente. En 1968, la sociedad vivía un periodo de auge económico, pero a nivel de los hábitos y de las relaciones a la autoridad, estaba retrasada. Había que abrir las puertas, romperlas. Hoy, el optimismo del 68, o sea la voluntad de poner lo cultural al mismo nivel de progreso social que los problemas de trabajo, se desvaneció.
1968, ¿es un principio o un final?
Es un principio. Es la invasión de la esfera política por los problemas culturales, del mismo modo que la revolución industrial correspondió, en 1848, a la invasión de la política por los problemas de trabajo. En 1968, entraron problemáticas completamente nuevas en el debate público, relacionadas a las minorías, a la inmigración, a las reivindicaciones regionales, etcétera. El vocabulario, la representación de los hechos y sus medios de existencia. Todo eso era nuevo. Recuerden las serigrafías, lo que se escribía en las paredes, lo que se cantaba. Había una gran creatividad, característica de un movimiento naciente.
http://edant.revistaenie.clarin.com/notas/2008/05/17/01673636.html

El machismo empezó su declive en Mayo del 68, según el sociólogo Alain Touraine
Un nuevo mundo surgido de Mayo del 68 comenzó a sacudirse la dominación masculina de siglos, según ha explicado en Barcelona el sociólogo francés Alain Touraine, que acaba de publicar en España "El mundo de las mujeres".
En una entrevista concedida a Efe, Touraine aclara: "ese cambio no quiere decir que estemos ya ante el fin de la dominación masculina, aunque me gustaría poder decirlo".
Touraine explica las dos versiones del mundo masculino y femenino de forma muy clarificadora: "Durante cuatro o cinco siglos, la sociedad se articuló en la conquista, en la razón de los caballeros, al tiempo que todo se organizaba alrededor de la figura tradicional de la familia".
En la situación actual, añade, cuando ya no hay más territorios que conquistar, se está produciendo un movimiento totalmente opuesto, "tendente a descubrirnos a nosotros mismos" y en esa tendencia "las mujeres están mejor preparadas que los hombres".
Atribuye esta mejor coyuntura de que van a disfrutar las mujeres al hecho de que "durante muchos años no han tenido el derecho de hablar en primera persona; siempre hablaban de 'nosotros' y de ahí que para ellas es más importante construirse una subjetividad de la que antes no tenían derecho".
A través del trabajo de campo del que proviene el análisis de "El mundo de las mujeres" (Paidós), Touraine deduce que "todas ellas se definen como mujeres, aseguran que su gran proyecto es construir su vida como mujer y, en gran parte, coinciden en que el éxito o fracaso de ese proyecto se ve en el terreno de la sexualidad".
El ambiente del liberalismo y su confianza en el mercado ha propiciado, al mismo tiempo, sostiene Touraine, "una cierta tendencia hacia el victimismo, como constata que una de cada cinco mujeres ha sufrido algún tipo de violencia brutal, o que ahora se hable incluso de violación conyugal o incesto".
Para el sociólogo francés, lo sorprendente es que "todos estos fenómenos de violencia contra las mujeres ya no son exclusivos del subproletariado, sino que se producen en todos los estamentos sociales".
De la herencia del Mayo del 68 queda, según el que fuera uno de sus actores privilegiados, "mucha menos dominación masculina y machismo de lo que se piensa y una conciencia de que las mujeres están inventando un mundo para ellas y para todos los hombres, un mundo en el que ellos se sienten mal".
Con el 68, sentencia Touraine, se vino abajo el mundo de los hombres en el que los recursos estaban en manos de unos pocos, y las mujeres y los niños eran reducidos a seres inferiores o vasallos.
Touraine explica la actual ola memorística de Mayo 68, con "sólo" unos 150 libros en Francia, que no se produjo ni en el 20 ni el 30 aniversario, por que "seguramente será la última ocasión en que los actores de aquel movimiento estudiantil podrán hablar en plenitud de facultades".
En su análisis, el sociólogo francés opina que "Mayo del 68 no era un movimiento político, apostaba por la ruptura, pero expresada con un lenguaje del movimiento obrero antiguo y esa fue su principal contradicción".
Touraine distingue entre el movimiento que se produjo en Francia, en Italia y cuatro años antes en Estados Unidos, del levantamiento de Checoslovaquia y México".
En relación con la herencia del movimiento revolucionario de 1968, el pensador francés considera que "en muchos países se cayó en la violencia, como pasó en Alemania con la Baader Meinhoff, en Italia con los 'años del plomo' y el asesinato de Aldo Moro".
http://www.publico.es/actualidad/machismo-empezo-declive-mayo-del.html
40 años del Mayo Francés: entrevista al sociólogo Alain Touraine

Entrevista con el sociólogo francés Alain Touraine, a 40 años del movimiento de estudiantes y obreros en Francia.
“A partir del Mayo Francés la cultura invadió a la política”
Por Carlos Subosky. Entrevista exclusiva para el Consejo Consultivo de la República de México

El aburrimiento es contrarrevolucionario”, “La imaginación al poder”, “No le pongas parches, la estructura está podrida”. Estos fueron algunos de los emblemas de la lucha estudiantil del Mayo Francés de 1968. Un movimiento que luchaba por las libertades individuales y que se expandió por el mundo. De distintas maneras ha perdurado en el tiempo, hasta hoy.
Las facultades lucían embanderadas con frase anarquistas, trotkistas y marxistas y afiches de Bakunin, Marx, El Che Guevara o Mao.
En las calles, miles de estudiantes clamaban por una mayor libertad individual. Junto a ellos, los movimientos obreros salieron a las calles a manifestarse. La huelga general duró casi un mes. Era la Francia de postguerra gobernada con mano férrea por Charles De Gaulle. Un mundo donde la guerra de Vietnam, la lucha por la paz de los hippies y las revueltas en Europa oriental contra el stanilismo impactaban de lleno en el mundo intelectual y estudiantil.
El gobierno de De Gaulle colapsó y fue obligado a llamar a elecciones anticipadas, en las que triunfó nuevamente.
Sin embargo, las protestas se fueron disolviendo, ya que la Confederación General del Trabajo de Francia (CGT) - manejada por el Partido Comunista Francés- abandonó la huelga. Jean Paul Sartre, Michel Foucault, Michel de Certeaud y Cornelius Castoriadis, fueron algunos de los pensadores que vieron en el movimiento de 1968 un cambio en la historia social.
Otro de los intelectuales influenciados por estos hechos es el sociólogo francés Alain Touraine (Hermanville-sur-Mer, Francia, 1925) quién era en aquella época profesor de la Universidad en Nanterre - uno de los lugares donde se iniciaron las protestas, con el liderazgo del mítico Daniel Cohn Bendit.
En ese entonces, el académico ofreció sin éxito su mediación ante el gobierno de De Gaulle. Touraine, autor de un libro paradigmático sobre el tema, “El movimiento de mayo o el comunismo utópico (1968)”, dialogó con el Consejo Consultivo de Ciencias de la República de México sobre los rastros que han quedado en la actualidad del Mayo del 68.“Lo que se ve muy claramente es que a partir del Mayo del 68 comenzó una liberación en el terreno cultural. No creo que en lo social ni en lo político hayan quedado tantos rastros de este acontecimiento”, reflexiona Touraine.
¿Cómo cambió la vida política francesa el Mayo del 68?.
Hay dos nociones, cultura y juventud, que a partir de allí entraron en la vida política, que no existían antes del 68.Se puede ver esto en los debates de los parlamentos y de la opinión pública.A partir de aquel momento se trataron temas como la igualdad de la mujer, el aborto, la eutanasia, la situación de las minorías, del Islam.También la opinión pública tiene presentes estos temas en parte porque la globalización hace que los temas económicos estén por encima de nosotros y por eso, en nuestra vida política, estamos mirando como prioridad el problema de cómo vivir, como organizarnos en nuestra vida, en un mundo donde no hay solidez. Además aparece una gran inquietud de los jóvenes frente al futuro, porque piensan que van a vivir mal. Entonces hay un cambio fundamental en este sentido a partir del 68. Ése es su gran significado y no el vocabulario.
Entonces podríamos decir que partir de aquel momento la cultura tuvo un lugar más destacado en lo político...
Una definición adecuada del Mayo Francés es que este movimiento produjo una invasión al mundo político con problemas culturales de la misma manera que en Inglaterra o en Francia a mediados del siglo XIX hubo una invasión del terreno político por los problemas y actores económicos. A nivel político no pasó nada con el Mayo del 68, a nivel económico tampoco, ni siquiera a nivel sindical. Pero como decía anteriormente en el mundo de la cultura hubo toda una generación de personas que promovieron una apertura cultural de libertad. Las cosas prohibidas dejaron de serlo. Este aspecto cultural es el centro de la vida política actual. En 2005 hubo sublevaciones de los hijos o nietos de inmigrantes o grandes movimientos de las mujeres. Son enormes temas que están en el centro de la política, mientras que antes del Mayo del 68 el centro eran conceptos como socialismo o capitalismo que hoy casi nadie utiliza.
¿Se siguen interesando los intelectuales en su país en aquel Mayo del 68?
No creo que haya hoy muchos trabajos interesantes que analicen aquellos años. Hay libros de tipo reportaje o históricos de bajo nivel. No hay cosas importantes en ese sentido, aunque algunos intelectuales mantienen un juicio positivo del Mayo Francés, pero también otros están preocupados por problemas de tipo ambiental, tecnológico, ecológico o por la situación internacional. No considero que a pesar del orgullo que hay con el Mayo Francés, hoy sea una preocupación realmente central en la vida política francesa.
¿Hay similitudes en aquel movimiento estudiantil y los movimientos actuales, tanto escolares como universitarios en Francia?
Creo que no. En el Mayo Francés la gran idea fue la de poner en tela de juicio todas las formas de autoridad. No de propiedad, como decía el movimiento obrero marxista. Lo que se cuestionaba era el tipo de control de la vida personal y de la vida colectiva. En el 68 se sentía en todas partes un deseo de transformación cultural y no solamente de participación en la reconstrucción nacional. En las huelgas estudiantiles actuales las razones son otras. Hay una parte económica y otra social. Es la primera vez en la historia que la juventud está convencida que va a tener un nivel de vida más bajo que sus padres. No hay puestos de trabajo, el sistema actual está mal adaptado al mercado de trabajo y entonces hay una inquietud profunda, que a veces explica sencillamente el hecho de que grandes movimientos de masas sean lanzados por estudiantes.
En 2002 comienza en su país un crecimiento de la extrema derecha.
¿Cómo se explica que luego de un movimiento tan importante como el del 68 la derecha haya avanzado tanto?
La derecha francesa era en parte liberal, en parte reaccionaria y el mundo obrero no veía en esta derecha sus soluciones, pero tampoco en la izquierda. Entonces el movimiento trabajador, en gran parte, empezó a votar a favor de la extrema derecha. Esto ha sucedido en muchos países europeos. Este fenómeno corresponde a la crisis de los pequeños empresarios --asi artesanos-- y a los obreros desocupados. Incluso la votaron personas de origen extranjero. Todo eso formó una extrema derecha popular que tuvo mucha importancia especialmente en 2002. Ese año, en la primera vuelta de la elección presidencial no fue el socialismo el que llegó al ballotage sino El Frente Nacional, de extrema derecha, comandado por Jean-Marie Le Pen. Entonces la izquierda tuvo que votar por Jacques Chirac --quién ganó esas elecciones en 2002. Todo esto lo aprovechó de forma muy inteligente el actual presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, quién atrajo el voto popular sin hacer un acuerdo con el Frente Nacional. De manera tal que Sarkozy fue electo con un voto popular mucho más importante que la gente de Mitterrand, cuando fue presidente de Francia.
¿Con esa aparición de la derecha también se inició un proceso donde se comenzó a ver como negativo el Mayo del 68?
Sí. Esto comenzó en los años 80 con las grandes dificultades económicas. Cuando Mitterrand llegó al poder --en 1981-- comenzó a mostrar que el Mayo Francés fue algo negativo. Esta idea la continuó después Sarkozy, quien dijo en un discurso que todas las cosas malas que pasaban en Francia, como la inseguridad, la falta de respeto y la desorganización social, venían del Mayo Francés. Esto realmente no tiene ningún sentido. Uno puede tener una visión positiva --yo la tengo-- o negativa de estos sucesos, pero de ahí a decir que los estudiantes del 68 han destruido toda la sociedad francesa es ridículo. Es más ridículo que falso diría yo.
¿ Qué ha quedado del vocabulario del Mayo Francés?
El vocabulario neo marxista de muchos, no tiene mucho sentido. Lo que a la gente ha guardado en su mente es la cosa más anarquista, con frases como “Prohibido Prohibir” . Es que en ese momento aparece una nueva idea de gozar de la vida, que tal vez sea superficial en muchos aspectos, pero que es y ha sido, durante los últimos 30 años, un tema central.
La relación entre estudiantes y obreros fue muy simbólica en aquellos años y hoy es una de las imágenes más visibles ¿Qué pasó con esa relación?
El esfuerzo de los estudiantes de acercarse a los obreros en las fábricas fue central. Ahí apareció la idea del estudiante que va a la fábrica para hacer la unión de los intelectuales con la clase obrera. Pero 5 o 10 años después del 68, muy pocos recordaban este momento que era muy simbólico.La CGT --manejada por el Partido Comunista francés-- expresaba una ausencia de confianza con los estudiantes. Es cierto que en el gran desfile en París marcharon juntos y que el movimiento obrero apoyó con una huelga de casi un mes a los estudiantes, pero nunca el Partido Comunista, ni la CGT, los acompañó del todo.
http://concienciaytrabajo.blogspot.com/2008/08/40-aos-del-mayo-francs-entrevista-al.html
El pensador Alain Touraine ha participado en el seminario "¿Dónde quedó Mayo del 68?", que organizan la Cátedra Unesco de Resolución de Conflictos y la delegación de Cultura de la Diputación de Córdoba. Con anterioridad a la conferencia, la Fundación Cajasol ha firmado un acuerdo de patrocinio de la Cátedra Unesco a través de Fernando Vega, director gerente la entidad. De este modo, el presidente de la Fundación Cajasol se incorpora al comité asesor de la cátedra.
Alain Touraine ha ofrecido la conferencia "Un cuarto de siglo después de la liberación política: el inicio de la liberación cultural", en la que se referido a sus recuerdos más importantes de Mayo del 68. Touraine ha avanzado en su charla defendiendo que en el mundo del futuro la autogestión es lo que debe definir al individuo. La actividad ha tenido lugar en el Salón de Columnas del Edificio Pedro López de Alba (antiguo Rectorado) ante más de cien personas.
Touraine ha sido director de estudios de la Escuela Práctica de Altos Estudios. De 1966 a 1969, enseño en la Facultad de Letras de Paris-Nanterre. Ha sido también presidente de la Sociedad Francesa de Sociología (1968-1970) y vicepresidente de la Asociación Internacional de Sociología (1974-1978). Su trabajo puede dividirse en tres períodos: el primero, consagrado a la sociología del trabajo; el segundo, sobre los acontecimientos de Mayo del 68 y los golpes de Estado en América Latina; y el tercero, relacionado con la consideración del sujeto como el principio central de la acción de los movimientos sociales.
Alain Touraine ha ofrecido la conferencia "Un cuarto de siglo después de la liberación política: el inicio de la liberación cultural", en la que se referido a sus recuerdos más importantes de Mayo del 68. Touraine ha avanzado en su charla defendiendo que en el mundo del futuro la autogestión es lo que debe definir al individuo. La actividad ha tenido lugar en el Salón de Columnas del Edificio Pedro López de Alba (antiguo Rectorado) ante más de cien personas.
Touraine ha sido director de estudios de la Escuela Práctica de Altos Estudios. De 1966 a 1969, enseño en la Facultad de Letras de Paris-Nanterre. Ha sido también presidente de la Sociedad Francesa de Sociología (1968-1970) y vicepresidente de la Asociación Internacional de Sociología (1974-1978). Su trabajo puede dividirse en tres períodos: el primero, consagrado a la sociología del trabajo; el segundo, sobre los acontecimientos de Mayo del 68 y los golpes de Estado en América Latina; y el tercero, relacionado con la consideración del sujeto como el principio central de la acción de los movimientos sociales.
http://www.uco.es/servicios/comunicacion/component/k2/item/5499-20090519
Alain Touraine, teórico de la nueva sociedad
El sociólogo francés es un teórico del socialismo de fin de siglo XX
Es un gran conocedor de América Latina y académico de Brasil
27.05.2010 |
EFE
El sociólogo francés Alain Touraine, galardonado junto a Zygmunt Bauman con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, ha teorizado sobre el movimiento obrero y las clases sociales, y, sobre todo, sobre el escenario de la sociedad pos-industrial.
Touraine nació en Hermanville-Sur-Mer (Calvados) el 3 de agosto de 1925, se doctoró en Letras y entre 1950 y 1958 fue investigador en el Centro Nacional de Investigación Científica.
Director de Estudios en la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales desde 1960, entre 1966 y 1969 fue profesor de Sociología en la Facultad de Letras de París-Nanterre. Durante esta etapa escribió sobre "mayo del 68": El Comunismo utópico. El movimiento de mayo del 68.
Un año antes de que llegara en Francia el socialismo al poder, Touraine, que se define como hombre de izquierdas, publicaba un libro, L'Aprés-Socialisme (El Pos-socialismo), (1980), que comenzaba con estas palabras: "El socialismo ha muerto".
Autor de una treintena de libros, Tourain ha publicado, entre otros, Evolución del trabajo obrero en las fábricas Renault (1955); Sociología de la acción (1965); Conciencia Obrera (1966); La sociedad pos-industrial(1969) o Movimiento Obrero (1984).
Es un gran conocedor de América Latina y sobre el tema ha escrito Vida y muerte de Chile popular (1973) o Muerte de un gaucho (1979). Además, en marzo de 1988, publicó un grueso volumen titulado La palabra y la sangre. Política y sociedad en América Latina.
Preocupado por los procesos de modernización de la sociedad, ha incorporado al debate intelectual francés y europeo cuestiones que, entroncadas con la ciencia, interesan a los ciudadanos.
Touraine ha participado en numerosas ocasiones en congresos y encuentros en España y, en 1994, presentó en Madrid su ensayo ¿Qué es la democracia?, donde destaca el peligro que entraña el nacionalismo para la democracia.
Académico brasileño y castellanoparlante
Entre sus últimos libros destacan Podemos vivir juntos (1997), Igualdad y Diversidad, de 1999, año en el que pasó a ocupar la plaza que correspondía al desaparecido escritor mexicano Octavio Paz en la Academia Brasileña de Letras.
En marzo de 2001 formó parte de la delegación de intelectuales, entre ellos el Nobel José Saramago, la esposa de François Mitterrand, Danielle, o el español Manuel Vázquez Montalbán, que viajó a México para mostrar su solidaridad con los miembros del Ejército Zapatista.
Alain Touraine ya fue candidato al Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en las ediciones de 2000 y 2001 y posee numerosas distinciones, entre ellas, la Legión de Honor francesa.
Es asiduo escritor en los periódicos Le Matin, Le Nouvel Observateur y El País. Es, además, desde su creación en 1989, del consejo de redacción de la revista El socialismo del futuro, de la Fundación Sistema.
En 1957 contrajo matrimonio con la chilena Adriana Arenas, precisamente por ello es castellanoparlante, y tienen dos hijos: Marisol y Philippe.
http://www.rtve.es/noticias/20100527/alain-touraine-teorico-nueva-sociedad/333080.shtml

¿Cómo Salir del Liberalismo?, Alain Touraine.
https://jjsantibanez.files.wordpress.com/.../touraine-alain-1999-como-salir-del-liberalis...
Alain Touraine. 2. K. R. Popper. En busca de un mirardo mejor. - 22. p. Osborne y T. Gaebler, La reinvención del gobientº l 23. J. Riechmann y F Fernández Bucy, Redes que dan libertad. 25. J. M. Guéhenino, El fin de la democracia. 26. S. G. Payne, a priniere derrocracia española. : 27. E. Resta, la certeza y la esperanza.