La sociobiología es un campo científico que estudia los comportamientos de los animales, pero también de los humanos, como por ejemplo la elección de pareja, la territorialidad, la cooperación entre ellos, etc. Intenta entender y ampliar el conocimiento sobre las elecciones que hacen los animales y los humanos en distintas ocasiones, como sus comportamientos.
Los sociobiólogos piensan que las características con las que nace un animal o humano se van modificando a lo largo de su vida, según lo que les ocurran y que tipo de vida vivan. Dicen que el comportamiento de estos no puede ser explicado solo con el medio ambiente y la cultura, para entender su comportamiento tienes que observarlos muy a fondo, desde que nacen hasta que mueren, sabiendo por todo lo que pasan, todo lo que les ocurre. Según la sociobiología el comportamiento está relacionado con los efectos de la selección natural.
La selección natural darwiniana dice que existen algunos comportamientos en los organismos que hacen que tengan más probabilidades de reproducirse con éxito y de supervivencia, por ello muchos biólogos piensan que estos comportamientos también pueden formar parte de las sociedades humanas y es aquí cuando se genera el problema al aplicar la teoría sociobiológica desarrollada para los animales, pero que también vale para el universo de la sociedad humana.
Los sociobiólogos muestran interés en el instinto. Intentan explicar las diferencias entre el comportamiento y la cultura, intentan comprender como el comportamiento puede explicar la igualdad y diferencias de la selección que hay en la historia de una especie.
El que creó esta teoría fue Edward Osborne Wilson quién estudiando la selección natural de unas sociedades biológicas, como un hormiguero, amplió sus conclusiones a otras comunidades animales.
El reto de la sociobiología es los comportamientos característicos de los animales, como por ejemplo explicar porque los delfines mantienen a sus compañeros en la superficie para que no se ahoguen o porque algunos insectos alimentan a las larvas de la reina y se sacrifican por ella.
Antecedentes de la sociobiología y el problema del altruismo
El comportamiento de los animales ha llamado la atención a muchos investigadores desde hace tiempo. Como Darwin que intento explicar elaltruismo, que es cuando un individuo hace algo para favorecer a otro aunque esto suponga para él reducir o perder la oportunidad de tener descendencia. Darwin no encontró la forma de encontrar alguna ventaja o recompensa para este individuo haciendo ese comportamiento, y no supo explicar este comportamiento social.
Luego otros investigadores intentaron explicar el altruismo suponiendo que el individuo al realizar ese comportamiento aunque pueda perder la capacidad de reproducción al ayudar al de su especie, en cierta medida ayuda a que pervivan parte de sus genes que son similares con aquél.
Más tarde, W.D. Hamilton explicó este comportamiento mediante el concepto de "selección de clase". Mostró que los individuos de la misma especie pueden mejorar su capacidad de éxito reproductivo ayudando a el prójimo. Este concepto explica el comportamiento de insectos sociales y algunos mamíferos como por ejemplo, el de por que las abejas obreras se sacrifican mas que los zánganos por el bien de la colmena, se explica ya que los zánganos son el producto de la reproducción sexual, en cambio las abejas son clones unas de otras, son el fruto de la partenogénesis. la razón del comportamiento altruista seria el hecho de compartir más genes entre ellas que con los zánganos.
Pero esto no explicaba el altruismo en individuos no emparentados. Entonces R. L. Trivers hizo el concepto de altruismo recíproco, que quiere decir que cuando el individuo que recibe ayuda, la tiene a condición de que este se la devuelva. También hay otras teorías que explican el altruismo con modelos matemáticos, como la "teoría del juego" del biólogo John Maynard Smith, quien dice que el altruismo es entre especies que son muy egoístas por naturaleza y esto les conduce al gran éxito reproductivo.
Algunos libros de Wilson son:
La sociobiología y el hombre
El comportamiento del ser humano también puede ser estudiado mediante la sociobiología, comparándolo con el de otras especies. De este modo Wilson compara al hombre con ciertos animales, como los monos. Dice que tenemos unos comportamientos parecidos al de los chimpancés y monos, pero no solo en nuestros comportamientos sino también desde el punto de vista anatómico y bioquímico. Aunque el ser humano tenga características parecidas a los monos también tienen características diferentes que lo hacen único, como su constitución genética que permite el desarrollo cultural.
Según Wilson nuestros comportamientos, hasta los que más creemos que son nuestros, están determinados por nuestros genes. El objetivo de cada especie es solo uno, el de transmitir los genes y por tanto perdurar nuestra herencia genética. Por ejemplo el amor de tus padres y hermanos, según Wilson estamos programados para ello, este amor es una estrategia de la naturaleza para preocuparnos de nuestro código genético; ya que compartimos muchas partes de nuestro ADN con ellos, esto es, garantizar la pervivencia de nuestro código genético.
Comentarios
Yo estoy por una parte de acuerdo y por otra en contra, creo que los animales se ayudan por un bien, el bien común de la colonia pero no creo que sea solo para tener éxito en su reproducción sino también por ayudar a los otros. Creo que tienen sentimientos y que saben lo que hacen, que ayudan a los demás como nosotros ayudamos a nuestros amigos. Puede que queramos que perdure nuestro código genético pero si solo quisieramos eso y estamos programados para ello, por qué ayudar a nuestros amigos o a personas que ni si quiera conocemos.
Yo creo que tiene que ser algo más que solo para nuestro propio bien. Si nosotros ayudamos a gente que no conocemos por qué los animales no se pueden ayudar entre ellos, queriendo a los de su especie o a animales que no estén emparentados con ellos, sintiendo compasión o amándoles. ¿Por qué no pueden amar la vida y querer que otros vivan? No creo que toda nuestra vida solo tenga un propósito, el de dejar descendencia.Creo que somos creados para mas cosas, es muy triste pensar que solo fuimos creados para una sola cosa y que toda nuestra vida es una programación. Es como sentir que no somos libres, que no podemos tomar decisiones, que solo estamos programados. Y aunque sea así, me gusta pensar que no solo es por eso, que hay más cosas. Porque sino, me parece muy difícil encontrarle sentido a la vida, al amor, a la compasión, a la empatía...
Fuentes:
http://mutatisoscar.blogspot.com/2015/11/que-es-la-sociobiologia.html
La sociobiología de E. O. Wilson
Una de las últimas reinterpretaciones de la teoría darvinista es la sociobiología. Esta postura, iniciada por E.O. Wilson, pretende descubrir los fundamentos biológicos del comportamiento social. De este modo, la sociobiología intenta demostrar que los modelos específicos de comportamiento social – por lo demás, enormemente diversoso – están determinados por la Biología.
Esta línea de pensamiento – iniciada por H. Spencer – sugiere la posibilidad de extrapolar las investigaciones de la Biología evolutiva al fenómeno humano, a fin de descubrir la continuidad entre la conducta animal y la conducta humana. La voluntad de llevar al darwinismo hasta sus últimas consecuencias sugirió al biólogo E. O. Wilson, especialista en hormigas, la idea de que si la selección natural es la ley que gobierna la naturaleza, se aplicará de igual forma al comportamiento. El propio E. O. Wilson define la sociobiología como “el estudio sistemático de las bases biológicas de todo comportamiento social”.
En este comportamiento que la sociobiología se propone como objeto de estudio, se encuentran todas las especies acogidas al mismo estatuto: “desde las medusas hasta el hombre”. Apoyándose en datos de la Etología, la Ecología y la Genética, sostiene que “cada formación viviente puede ser considerada como un experimento evolutivo, producto de millones de años de interacción entre los genes y el medio ambiente”. De ahí que la labor del sociobiólogo consista en “intentar situar a la humanidad en su lugar adecuado en un catálogo de las especies sociales de la Tierra”.
Por otro lado, niega autonomía al orden de la cultura, afirmando que lo cultural queda disuelto en la biológico. Con otras palabras, la sociobiología atribuye a los genes toda la riqueza y variedad sociocultural del comportamiento humano. En este sentido, E. O. Wilson reflexiona.
“¿Puede la evolución cultural de los valores éticos superiores ganar impulso y dirección propios y reemplazar completamente la evolución genética? Creo que no. Los genes sostienen a la cultura al extremo de una correa. La correa es muy larga, pero los valores inevitables se limitarán de acuerdo con sus efectos en el banco genético humano”. E.O. Wilson. Sobre la naturaleza humana. 1983
Por consiguiente, para E.O. Wilson, la Genética determina enteramente al ser humano – incluido su cerebro -. Y lo hace hasta el punto de que incluso el tabú del incesto responde sólo a un imperativo genético: el hecho de que el apareamiento entre consanguíneos provoca pérdidad de capacidad genética.
El altruismo lo relaciona con el egoísmo, esta vez genético, pues – según el autor – el ADN tiende a perpetuarse. Lo justifica a través de una serie de trucos conceptuales. De este modo, su razonamiento es:
¿Cómo puede el atruismo que, por definición, merma el éxito individual, desarrollarse por selección natural? La contestación que ofrece se fundamenta en el parentesco: si los genes causantes del altruismo son compartidos por dos organismos a causa de una ascendencia común y si el acto altruista de un organismo aumenta la contribución conjunta de estos genes a la próxima generación, la propensión al altruismo se propagará al sustrato genético”. E. O. Wilson. Sociobiología: la nueva síntesis.
La hipótesis central es que el comportamiento social de cualquier animal, incluido el hombre, expresa la inclinación a dejar el máximo nñumero posible de descendientes, según las alternativas que ofrece la situación y los costos a afrontar. En ese sentido, la fuente de todo comportamiento sería la tendencia de cada individuo a difundir sus propios genes,a través de la reproducción, y promoviendo la difusión de los genes de sus parientes (que en parte coinciden con los suyos), lo que favorece, a su vez, la difusión de parte de los del individuo en cuestión. Por consiguiente, en esta línea, lo natural será que aquel que posea malos genes no se reproduzca, a in de evitar la propagación de genes defectuosos. Siguiendo el hilo argumental de este planteamiento hasta sus últimas consecuencias, la conclusión será que la persona cuyos genes no respondan a los parámetros deseados, carece de valor.
Para la sociobiología, la selección decide el comportamiento o la fisiología y elimina los dispositivos menos eficaces. Pero, de esta forma – como indica en su crítica R. Chauvin – la selección debería de desembocar prácticamente en la perfección. Conclusión que, sin embargo, no responde a la realidad.
La sociobiología : La discriminación genética de los seres humanos
La sociobiología coincide con el utilitarismo en tener al especieismo por su principal enemigo.
La sociobiología se apoya en una interpretación determinista de la genética, según la cual el ser humano se reduce a genoma. De acuerdo con ello, es fácil establecer a su vez la reducción del ser humano a simple especie animal, basándose en la amplia coincidencia del genoma en el ser humano y en algunos animales. Nuestras diferencias genéticas con los chimpancés serían menores que las que éstos tienen con los gorilas: los chimpancés tienen 48 cromosomas, y los humanos sólo 46. A su vez , la posibilidad de hibridismo entre las especies, a través de la ingeniería genética, vendría a ser una prueba contundente contra el especieismo según la sociobiología . Significativamente, el ecologismo se opone a este hibridismo entre las especies, por considerarlo contra natura.
Hay, por tanto, dos interpretaciones contrapuestas de la genética como elemento fundamental para el conocimiento del hombre.
La versión determinista es la asumida por la sociobiología ; reduce el ser humano a una especie animal más y conduce a la aceptación generalizada de la ingeniería genética: "La sociobiología se erigió como "adelantado teórico" que mostraba las virtudes futuras, de cara a la solución de problemas comportamentales humanos que podría tener el desarrollo de la ingeniería genética misma". La otra interpretación, probablemente mayoritaria dentro de los genetistas, de caracter no determinista, sino humanista, contempla la genética como parte del todo humano, en el que entran también el ambiente natural y social. Estas dos visiones han tenido su plasmación en el ámbito jurídico, a través de la Directiva europea sobre invenciones biotecnológicas, de 8 de julio del 98, y a través de la Declaración de N.U. sobre los derechos del genoma de 15 de julio del 97, normativas que se encuentran en una fuerte oposición.
La visión reduccionista puede encontrar cierto apoyo en Darwin, quien no admitía una distinción cualitativa sino sólo de grado, entre el ser humano y el animal, en cuanto veía a aquel sólo como homo faber, y a su vez minusvaloraba la unidad humana en cuanto contemplaba con cierto desprecio a los nativos y no los consideraba congéneres suyos ; así, calificó de abyectos y miserables a los Onas de la Patagonia chilena. Sin embargo, el verdadero reduccionismo genetista, el eugenismo, comienza con el primo y continuador de Darwin, Francis Galton (1822-l911), creador de la eugenesia y del darwinismo social . Devalúa la influencia del medio y destaca la importancia de la herencia como factor central de la inteligencia y del comportamiento humano, subrayando cómo los miembros de apellidos ilustres son siempre gente muy destacada y capaz.. Galton propone el entrecruzamiento de los individuos superiores y la exigencia de certificado de salud para contraer matrimonio. Con posterioridad a Galton, Pearson y Davenport, en los primeros años del s.XX, buscaron las causas genéticas de la violencia y del pauperismo, oponiéndose al cruce de razas, considerado peligroso y desarrollando toda una serie de prejuicios favorables al hombre blanco. Continúan la línea abierta el pasado siglo por autores como Lombroso y Garófalo, con su tesis sobre el "criminal nato". La eugenesia, desde Galton, desprecia las circunstancias ambientales y sociales considerando que la herencia lo es todo y el medio nada. La genética así interpretada dio origen a medidas en contra de las minorías.
La sociobiología puede considerarse como continuidad del reduccionismo genetista: reduce la cultura a genética. La sociobiología como genetismo radical rompe, aún más radicalmente que el dualismo y el utilitarismo, la unidad de las especie humana, al distinguir entre bien nacidos, con su correcto genoma, y no bien nacidos, que pueden ser manipulados o eliminados. Estos están llamados a desaparecer según las leyes de la evolución. Lo central es la supervivencia de los genes más complejos, sofisticados y fuertes. Así, Dawkins considera al ser humano como una máquina para la supervivencia, como un robot preparado para la conservación de esas moléculas egoístas llamadas genes". La genética interpretada en sentido determinista, como hace la sociobiología, conduce al reduccionismo inhumanista, en el que el sujeto deja de ser el hombre y es sustituido por el gen. E.O. Wilson, por su parte , en sus distintas obras, considera que el ser humano, incluido su cerebro, está determinado enteramente por la genética, hasta el punto que el mismo tabú del incesto responde sólo a un imperativo genético: el hecho de que el apareamiento entre consanguíneos produce pérdida de capacidad genética.
La genética cambia de signo a partir de los años 30 y cobra verdadero rango científico ; deja de tener características racistas y pasa a ocuparse de la prevención y la terapia. Pero el eugenismo ha seguido prosperando gracias a la procreación artificial, con el diagnóstico preimplantatario y la selección de donantes de gametos , razón por la que algunos autores como Testart han hablado de "una nueva eugenesia", que tiene su centro en el embrión. Tendría dos fases: una de eugenesia negativa, en la que se descartaría a los embriones que presenten algún tipo de deficiencia, y una segunda , positiva, en la que se buscaría mejorar la calidad de los niños.
Esta línea de pensamiento – iniciada por H. Spencer – sugiere la posibilidad de extrapolar las investigaciones de la Biología evolutiva al fenómeno humano, a fin de descubrir la continuidad entre la conducta animal y la conducta humana. La voluntad de llevar al darwinismo hasta sus últimas consecuencias sugirió al biólogo E. O. Wilson, especialista en hormigas, la idea de que si la selección natural es la ley que gobierna la naturaleza, se aplicará de igual forma al comportamiento. El propio E. O. Wilson define la sociobiología como “el estudio sistemático de las bases biológicas de todo comportamiento social”.
En este comportamiento que la sociobiología se propone como objeto de estudio, se encuentran todas las especies acogidas al mismo estatuto: “desde las medusas hasta el hombre”. Apoyándose en datos de la Etología, la Ecología y la Genética, sostiene que “cada formación viviente puede ser considerada como un experimento evolutivo, producto de millones de años de interacción entre los genes y el medio ambiente”. De ahí que la labor del sociobiólogo consista en “intentar situar a la humanidad en su lugar adecuado en un catálogo de las especies sociales de la Tierra”.
Por otro lado, niega autonomía al orden de la cultura, afirmando que lo cultural queda disuelto en la biológico. Con otras palabras, la sociobiología atribuye a los genes toda la riqueza y variedad sociocultural del comportamiento humano. En este sentido, E. O. Wilson reflexiona.
“¿Puede la evolución cultural de los valores éticos superiores ganar impulso y dirección propios y reemplazar completamente la evolución genética? Creo que no. Los genes sostienen a la cultura al extremo de una correa. La correa es muy larga, pero los valores inevitables se limitarán de acuerdo con sus efectos en el banco genético humano”. E.O. Wilson. Sobre la naturaleza humana. 1983
Por consiguiente, para E.O. Wilson, la Genética determina enteramente al ser humano – incluido su cerebro -. Y lo hace hasta el punto de que incluso el tabú del incesto responde sólo a un imperativo genético: el hecho de que el apareamiento entre consanguíneos provoca pérdidad de capacidad genética.
El altruismo lo relaciona con el egoísmo, esta vez genético, pues – según el autor – el ADN tiende a perpetuarse. Lo justifica a través de una serie de trucos conceptuales. De este modo, su razonamiento es:
¿Cómo puede el atruismo que, por definición, merma el éxito individual, desarrollarse por selección natural? La contestación que ofrece se fundamenta en el parentesco: si los genes causantes del altruismo son compartidos por dos organismos a causa de una ascendencia común y si el acto altruista de un organismo aumenta la contribución conjunta de estos genes a la próxima generación, la propensión al altruismo se propagará al sustrato genético”. E. O. Wilson. Sociobiología: la nueva síntesis.
La hipótesis central es que el comportamiento social de cualquier animal, incluido el hombre, expresa la inclinación a dejar el máximo nñumero posible de descendientes, según las alternativas que ofrece la situación y los costos a afrontar. En ese sentido, la fuente de todo comportamiento sería la tendencia de cada individuo a difundir sus propios genes,a través de la reproducción, y promoviendo la difusión de los genes de sus parientes (que en parte coinciden con los suyos), lo que favorece, a su vez, la difusión de parte de los del individuo en cuestión. Por consiguiente, en esta línea, lo natural será que aquel que posea malos genes no se reproduzca, a in de evitar la propagación de genes defectuosos. Siguiendo el hilo argumental de este planteamiento hasta sus últimas consecuencias, la conclusión será que la persona cuyos genes no respondan a los parámetros deseados, carece de valor.
Para la sociobiología, la selección decide el comportamiento o la fisiología y elimina los dispositivos menos eficaces. Pero, de esta forma – como indica en su crítica R. Chauvin – la selección debería de desembocar prácticamente en la perfección. Conclusión que, sin embargo, no responde a la realidad.
La sociobiología : La discriminación genética de los seres humanos
La sociobiología coincide con el utilitarismo en tener al especieismo por su principal enemigo.
La sociobiología se apoya en una interpretación determinista de la genética, según la cual el ser humano se reduce a genoma. De acuerdo con ello, es fácil establecer a su vez la reducción del ser humano a simple especie animal, basándose en la amplia coincidencia del genoma en el ser humano y en algunos animales. Nuestras diferencias genéticas con los chimpancés serían menores que las que éstos tienen con los gorilas: los chimpancés tienen 48 cromosomas, y los humanos sólo 46. A su vez , la posibilidad de hibridismo entre las especies, a través de la ingeniería genética, vendría a ser una prueba contundente contra el especieismo según la sociobiología . Significativamente, el ecologismo se opone a este hibridismo entre las especies, por considerarlo contra natura.
Hay, por tanto, dos interpretaciones contrapuestas de la genética como elemento fundamental para el conocimiento del hombre.
La versión determinista es la asumida por la sociobiología ; reduce el ser humano a una especie animal más y conduce a la aceptación generalizada de la ingeniería genética: "La sociobiología se erigió como "adelantado teórico" que mostraba las virtudes futuras, de cara a la solución de problemas comportamentales humanos que podría tener el desarrollo de la ingeniería genética misma". La otra interpretación, probablemente mayoritaria dentro de los genetistas, de caracter no determinista, sino humanista, contempla la genética como parte del todo humano, en el que entran también el ambiente natural y social. Estas dos visiones han tenido su plasmación en el ámbito jurídico, a través de la Directiva europea sobre invenciones biotecnológicas, de 8 de julio del 98, y a través de la Declaración de N.U. sobre los derechos del genoma de 15 de julio del 97, normativas que se encuentran en una fuerte oposición.
La visión reduccionista puede encontrar cierto apoyo en Darwin, quien no admitía una distinción cualitativa sino sólo de grado, entre el ser humano y el animal, en cuanto veía a aquel sólo como homo faber, y a su vez minusvaloraba la unidad humana en cuanto contemplaba con cierto desprecio a los nativos y no los consideraba congéneres suyos ; así, calificó de abyectos y miserables a los Onas de la Patagonia chilena. Sin embargo, el verdadero reduccionismo genetista, el eugenismo, comienza con el primo y continuador de Darwin, Francis Galton (1822-l911), creador de la eugenesia y del darwinismo social . Devalúa la influencia del medio y destaca la importancia de la herencia como factor central de la inteligencia y del comportamiento humano, subrayando cómo los miembros de apellidos ilustres son siempre gente muy destacada y capaz.. Galton propone el entrecruzamiento de los individuos superiores y la exigencia de certificado de salud para contraer matrimonio. Con posterioridad a Galton, Pearson y Davenport, en los primeros años del s.XX, buscaron las causas genéticas de la violencia y del pauperismo, oponiéndose al cruce de razas, considerado peligroso y desarrollando toda una serie de prejuicios favorables al hombre blanco. Continúan la línea abierta el pasado siglo por autores como Lombroso y Garófalo, con su tesis sobre el "criminal nato". La eugenesia, desde Galton, desprecia las circunstancias ambientales y sociales considerando que la herencia lo es todo y el medio nada. La genética así interpretada dio origen a medidas en contra de las minorías.
La sociobiología puede considerarse como continuidad del reduccionismo genetista: reduce la cultura a genética. La sociobiología como genetismo radical rompe, aún más radicalmente que el dualismo y el utilitarismo, la unidad de las especie humana, al distinguir entre bien nacidos, con su correcto genoma, y no bien nacidos, que pueden ser manipulados o eliminados. Estos están llamados a desaparecer según las leyes de la evolución. Lo central es la supervivencia de los genes más complejos, sofisticados y fuertes. Así, Dawkins considera al ser humano como una máquina para la supervivencia, como un robot preparado para la conservación de esas moléculas egoístas llamadas genes". La genética interpretada en sentido determinista, como hace la sociobiología, conduce al reduccionismo inhumanista, en el que el sujeto deja de ser el hombre y es sustituido por el gen. E.O. Wilson, por su parte , en sus distintas obras, considera que el ser humano, incluido su cerebro, está determinado enteramente por la genética, hasta el punto que el mismo tabú del incesto responde sólo a un imperativo genético: el hecho de que el apareamiento entre consanguíneos produce pérdida de capacidad genética.
La genética cambia de signo a partir de los años 30 y cobra verdadero rango científico ; deja de tener características racistas y pasa a ocuparse de la prevención y la terapia. Pero el eugenismo ha seguido prosperando gracias a la procreación artificial, con el diagnóstico preimplantatario y la selección de donantes de gametos , razón por la que algunos autores como Testart han hablado de "una nueva eugenesia", que tiene su centro en el embrión. Tendría dos fases: una de eugenesia negativa, en la que se descartaría a los embriones que presenten algún tipo de deficiencia, y una segunda , positiva, en la que se buscaría mejorar la calidad de los niños.
Análisis de la sociobiología y sus implicaciones sociales
Les presentamos la segunda parte del interesante artículo ‘De monos desnudos y genes egosístas’, del científico y catedrático ecuatoriano Oswaldo Báez Tobar.
ARCHIVOS | QUITO (ECUADOR)
Los postulados seudocientíficos de la sociobiología aplicada a las sociedades humanas son utilizados para sustentar la ideología política que ha conducido al "capitalismo salvaje". La sociobiología, según Edward O. Wilson, considera al ser humano como integrante de una sola unidad de vida que "debe ser estudiada con el espíritu de la historia natural como si fuéramos zoólogos de otros planetas que estuviéramos contemplando el catálogo completo de especies de la Tierra". En esta concepción, las ciencias sociales deberían reducirse a las biológicas y más concretamente a la biología humana; así, la antropología física y cultural y la sociología conforman la sociobiología del Homo sapiens sapiens. La ética quedaría subsumida también dentro de las categorías biológicas, es decir, de algún programa genético de la especie humana, lo que significaría biologizar la ética.
En el esquema conceptual de la sociobiología, el ser humano no es libre ni autónomo: su conducta es sólo la expresión de sus determinaciones genéticas, lo que crea un marco explicativo deformado en el que podría caber cualquier tipo de interpretación de la conducta individual o social. En esta esfera, el debate se centra en los siguientes temas: ¿Tiene origen genético la conducta humana? ¿Nuestro comportamiento está determinado exclusivamente por los genes, como lo están los caracteres biológicos? ¿Ciertas conductas inmorales o altruistas podrían tener origen genético? ¿Existen genes de la maldad?
Obviamente, no. La sociobiología en su intento de globalización teórica, llega al límite de lo absurdo, ya que pretende explicar en su limitado marco teórico todo el comportamiento de los individuos y de las sociedades. La sociobiología intenta configurar una concepción original de la sociedad, basada en principios biológicos ideologizados y de la cual derivan múltiples formas de relación social y hasta de gobierno. No debe extrañar, entonces, que de esa visión deformada de la naturaleza humana hayan surgido fórmulas políticas para la dominación de las personas, los pueblos y las naciones. Basta recordar algunas recomendaciones del recetario de Edward Wilson: "Es extremadamente fácil adoctrinar a los seres humanos. La mala voluntad es común en la sociedad humana; sin duda, los seres humanos son plenamente conscientes de sus linajes de sangre y poseen la inteligencia para intrigar. Entre las características sociales generales de los seres humanos, se citan los sistemas de dominación agresiva, en los que los machos subyugan a las hembras. El hombre prefiere la creencia al conocimiento. El genocidio y la guerra son las cualidades humanas características, surgieron durante la fase autocatalítica de la evolución social que tuvo lugar mediante la guerra intelectual, genocidio y absorción racial". (8)
Por cierto, la esencia del pensamiento sociobiológico no es nueva; ya se hallaba presente en las antiguas formulaciones del viejo determinismo biológico de ciertos filósofos como Thomas Hobbes, en su célebre sentencia: "el hombre es el lobo del hombre", o en Herbert Spencer, quien concibió el desarrollo de las instituciones humanas como un proceso en el que "uñas y dientes se tiñen de sangre". Pero fue Edward Wilson quien logró dar mayor cohesión a la nueva corriente sociobiológica en el contexto de la biología contemporánea; de ahí que la publicación de la Sociobiología: Nueva Síntesis produjo una verdadera conmoción en la conciencia pública y tuvo múltiples implicaciones en las esferas de la ideología y la política. Las pretensiones de la nueva disciplina quedan expuestas en la siguiente declaración del autor: "Quizá no sea aventurado decir que la sociología y otras ciencias sociales además de las Humanidades, son las últimas ramas de la Biología que esperan ser incorporadas a la Moderna Síntesis. Una de las funciones de la sociobiología es pues, estructurar los fundamentos de las ciencias sociales de forma que sean incluidas en dicha síntesis". (9)
Al respecto, Stehan J. Gould afirma que esta formulación es una especulación acerca de la base genética del comportamiento supuestamente universal del ser humano. La corriente sociobiológica es una nueva expresión del determinismo biológico; la selección natural explica la evolución biológica, pero no es extrapolable para comprender la historia, la cultura y la sociedad. (10)
En el ámbito académico se denunció a la sociobiología como la nueva encarnación del darwinismo social por su pretensión de reorientar las ciencias sociales sobre la base de conceptos y leyes provenientes de las ciencias biológicas. Concebida a imagen de la sociedad de mercado, la naturaleza ha sido usada para explicar el orden social humano y viceversa, en un intercambio recíproco sin fin entre darwinismo social y capitalismo natural. Afirma Sahlins. (11)
En efecto, en la sociobiología se descubre un nuevo intento de reducir la historia de la humanidad a una sucesión de luchas por la supervivencia, a crueles desgarramientos entre monos agresivos y a guerras secretas de genes egoístas. Todo esto es vino viejo en botellas nuevas: ciencia ideologizada que se la instrumentaliza para legitimar el sistema político imperante. Ahora como en el pasado, mediante el determinismo biológico se pretende justificar la historia y perennizarla a través de entidades biológicas; pero se olvida que la grandeza del ser humano radica en su capacidad para trascender lo biológico e incorporar en su proceso de evolución sociocultural nuevas dimensiones y categorías fundamentadas en la razón, el pensamiento, la ética individual y social. El proceso de hominización tuvo sus raíces en una rama superior de los primates, pero en la conquista de la humanización se fundieron factores sicológicos, sociales, culturales y éticos; por lo mismo el ser humano dejó de ser el simple "mono desnudo" para convertirse en el Homo sapiens sapiens, capaz de construir sociedades y culturas fundamentadas en la razón, la inteligencia, los sentimientos socioafectivos… no solamente en los genes, sangre o instinto.
Fue la nueva condición la que le permitió a la humanidad crear un mundo nuevo: el de la libertad; en ese ámbito y en el de las relaciones creadas por las sociedades deben ser entendidas y valoradas todas sus acciones. Por esa misma libertad el sector más comprometido de la sociedad busca construir un mundo justo y solidario, de auténtica liberación; y a la vez denuncia con firmeza todo intento de falsificación de la ciencia.
Referencias:
(8 ) ( 9) Wilson, op. cit.
(10) Gould, S. 1983. Desde Darwin. Reflexiones sobre Historia Natural. Herman Blume Ediciones. Madrid.
(11) Shalins, M. 1982, Uso y Abuso de la Biología, Siglo Veintiuno Editores. Madrid.