Lideró el movimiento «acmeista». Está considerado como uno de los grandes poetas rusos del siglo XX. A continuación puedes leer 5 poemas de Osip Mandelstam.
El sonido sordo y cauteloso del fruto
El sonido sordo y cauteloso del fruto
Que cae del árbol,
En medio de una incesante melodía
Del profundo silencio del bosque…
Que cae del árbol,
En medio de una incesante melodía
Del profundo silencio del bosque…
En el corazón del siglo soy un ser confuso
En el corazón del siglo soy un ser confuso
Y el tiempo aleja cada vez más el objetivo
Y el fresno cansado del bordón
Y el miserable verdín del cobre.
Y el tiempo aleja cada vez más el objetivo
Y el fresno cansado del bordón
Y el miserable verdín del cobre.
La concha
Tal vez no me necesites,
Noche; de la vorágine mundial
Yo fui lanzado a tu orilla
Como una concha sin perlas.
Noche; de la vorágine mundial
Yo fui lanzado a tu orilla
Como una concha sin perlas.
Indiferente, tú espumas las olas
Y cantas tercamente,
Pero llegará el día en que amarás
La inútil mentira de la concha.
Y cantas tercamente,
Pero llegará el día en que amarás
La inútil mentira de la concha.
Tú te acuestas a su lado en la arena,
Te vistes con su casulla
Y con ella construyes una gran campana
Irrompible entre las olas.
Te vistes con su casulla
Y con ella construyes una gran campana
Irrompible entre las olas.
Y a las paredes de la frágil concha,
Como a la casa del corazón vacío,
Las llenarás con murmullos de espuma,
Con viento, bruma y lluvia…
Como a la casa del corazón vacío,
Las llenarás con murmullos de espuma,
Con viento, bruma y lluvia…
La tristeza inexpresiva
La tristeza inexpresiva
Abrió sus dos ojos enormes,
El florero al despertar
Del cristal arrojó las flores.
Abrió sus dos ojos enormes,
El florero al despertar
Del cristal arrojó las flores.
Todo el cuarto se invadió
De una lánguida -¡dulce medicina!
Este reino tan pequeño
Tanto sueño ha devorado.
De una lánguida -¡dulce medicina!
Este reino tan pequeño
Tanto sueño ha devorado.
Un poco de vino rojo,
-Otro poco de sol de mayo-
Y rompiendo un delgado bizcocho
La blancura de dedos finos.
-Otro poco de sol de mayo-
Y rompiendo un delgado bizcocho
La blancura de dedos finos.
¿Qué calle es ésta?
¿Qué calle es ésta?
La calle Mandelstam.
Qué apellido más espantoso:
Si no lo aireas
Suena curvo y no recto.
La calle Mandelstam.
Qué apellido más espantoso:
Si no lo aireas
Suena curvo y no recto.
Poco en él es lineal
Más bien de carácter sombrío
Y es por eso que esta calle
O, mejor, este foso
Lleva el nombre
De ese tal Mandelstam.
Más bien de carácter sombrío
Y es por eso que esta calle
O, mejor, este foso
Lleva el nombre
De ese tal Mandelstam.
Traducción de Jorge Bustamante García
16 May 2019
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Considerado uno de los mejores poetas rusos del siglo XX, fue uno de los miembros del movimiento «acmeísta». Reproduzco a continuación Yo quiero servirte, de Mandelstam.
Yo quiero servirte, de Mandelstam
Yo quiero servirte
Al igual que otros,
Con la boca sedienta
Hechizarte de celos.
La palabra no me apacigua
Los labios resecos
Y sin ti otra vez
El aire vacío es espeso.
Al igual que otros,
Con la boca sedienta
Hechizarte de celos.
La palabra no me apacigua
Los labios resecos
Y sin ti otra vez
El aire vacío es espeso.
Ya no siento celos
Pero te deseo
Y yo mismo me cargo
Como un verdugo a su víctima.
No te nombraré
Ni el amor, ni el gozo,
Me cambiaron la sangre
Por una más salvaje y ajena.
Pero te deseo
Y yo mismo me cargo
Como un verdugo a su víctima.
No te nombraré
Ni el amor, ni el gozo,
Me cambiaron la sangre
Por una más salvaje y ajena.
En un instante más
Te diré una cosa:
Encuentro en ti sufrimiento
En vez de la alegría.
Como en un crimen
Hacia ti me atrae
La boca tierna cereza
En el caos mordida.
Te diré una cosa:
Encuentro en ti sufrimiento
En vez de la alegría.
Como en un crimen
Hacia ti me atrae
La boca tierna cereza
En el caos mordida.
Traducción de Jorge Bustamante García