En El silencio de los animales. Sobre el progreso y otros mitos modernos, John Gray desmonta uno de nuestros grandes mitos modernos: el humanismo. Sócrates fue el primer en elevar al ser humano a la categoría de especie que encarna los valores de la espiritualidad. Para él, y para todos los herederos de su pensamiento, la crónica de la historia es la descripción de cómo el hombre mejora y se mejora. De cómo en pensamiento aplaca a los instintos y hace prevalecer la concordia, el entendimiento y, al final, el progreso. 

En La tradición oculta del alma, el escritor británico Patrick Harpur realiza un audaz estudio, reevaulación y rescate de la idea del alma. Nos conduce desde diversas creencias mitológicas –africanas, asiáticas, griegas o nórdicas- hasta las ideas acerca de los arquetipos, el inconsciente colectivo y el ego de Jung en un vertiginoso viaje con estaciones en Platón, Aristóteles, los filósofos alejandrinos, la escolástica medieval, los neoplatónicos del Renacimiento, la hipótesis Gaia de James Lovelock (nuestro planeta como un gran sistema autoregulado y, quizás, como un único y asombroso ser vivo) y, también, los modernos relatos acerca de ovnis o aparecidos, mostrándonos que, más allá de la visión literal de nuestro mundo, se admiten otros enfoques filosóficos, poéticos, espirituales que iluminan parcelas –normalmente en la oscuridad- de nuestro ser. 

La oralidad según Cortázar. Así se podrían haber titulado las clases que accedió a dar en la Universidad de Berkeley, en California, en 1980, pero en su lugar se dedicó, simple y llanamente y tras años de resistencia a entenderse como alguien con capacidades didácticas, a hablar de su experiencia, de la génesis de sus obras, de sus influencias y vicios, de lo erótico y lo lúdico en literatura, del verbo encarnizado. Y parte de todo eso, aunque hubiera sido mejor tenerlo en algún tipo de documento sonoro o audiovisual, se recopila en esta Clases de literatura que es un manual ya no sólo del buen orador, sino de la buena oración.

La autocomplacencia de la sociedad del conocimiento, la implantación de las redes sociales y el compulsivo y simplificador "me gusta" ha terminado por ocultar la realidad. Sociofobia. El cambio político en la era de la utopía digital desmonta muchos de los mitos de la sociedad moderna alrededor del fetichismo, del ciberfetichismo que profesa a sus máquinas. 

En este estado de emergencia, y de crisis no sólo social, política y económica, sino de búsqueda y encuentro con referentes populares, desde cualquier tipo de ámbito profesional, tanto creativo como institucionalizado, que estén especialmente preocupados por el resquebrajamiento de la corteza sociopolítica en, como mínimo, nuestro país, aparece El estado de las cosas de Kortatu. Lucha, fiesta y guerra sucia, o el mejor de los relatos contenidos dentro de la colección Cara B de la editorial Lengua de Trapo: la reescritura en manos de Roberto Herreros eIsidro López no sólo de la banda de rock más importante y simbólica del País Vasco en la era constitucional, sino también la exploración y exhibición de datos para una reescritura parcial, dinamizadora y lo más objetiva posible del RRV (Rock Radical Vasco) y la CT (Cultura de la Transición) en una de las comunidades autónomas que suele silenciarse a la hora de hablar de las virtudes de la transición y los primeros años de democracia española: el País Vasco.

Una revolución cívica, que no cínica. Parece fácil, pero no lo es. Eso es lo que necesitamos y, aunque nadie lo diga,Antonio Muñoz Molina logra ser claro y transparente en Todo lo que era sólido, un libro que abre el debate sobre el perpetuo tira-y-afloja, sobre los tejemanejes políticos pero, sobre todo, la afectación en nuestra sociedad, la corrupción de las sociedades occidentales y, sin ser un revulsivo revolucionario explícito como se conocen en términos generales los manuales idealistas más directos, sí que es una de las mejores llamadas a la acción que se hayan escrito en el corriente siglo.

En Los Inconformistas, Martin Parr dispara y Susie Mitchell apunta, literalmente: el primero, con una colección de imágenes que nos sitúan en la profundidad de la comunidad Hebden Bridge tanto en su devoción metodista como en su vida tradicional, sus comercios, sus gentes, sus tardes en la capilla, sus ceremonias del té, sus salidas de caza, sus partidas de cricket, sus fiestas y sus confesiones. La vida tradicional de estas gentes y estos territorios hace casi cuatro décadas, con un ojo nostálgico, melancólico y vaciado, por primera vez se publican en formato libro a través deLa Fábrica.

Las venas abiertas de América del Norte. O de los Estados Unidos, más concretamente. Ese es el conducto que John Jeremiah Sullivan abre en Pulphead. Crónicas desde la otra cara de Estados Unidos, una suerte de acto de desarme vía crónica periodístico-literaria de la Norteamérica profunda a partir tanto de su actualidad como de varios de sus principales y fundamentales referentes de su cultura popular contemporánea. Y es que, a modo de escapulario rehabilitador y/o alternativo de lo que en un momento se conoció como literatura pulp, Sullivan no habla de ciencia-ficción ni de superhéroes de tebeos: los héroes son personas y personajes de a pie, que pueblan su América natal y que, debajo de su puntilloso trazo, encuentran desde brutal honestidad en unas historias tan crudas y poco maniqueas como entretenidas, sentidas y puras.